Cambio climático y colapso de biodiversidad

Seguimos sin plantearnos seriamente frenar la crisis ambiental, porque no llegamos a entender el tremendo peligro que supone para nuestra propia supervivencia. Y cada vez, los datos contrastados son más rotundos y ponen en evidencia un final más cercano. El siguiente artículo, aparecido en Nature, solo evalúa el efecto del cambio climático sobre la probabilidad de una interrupción ecológica abrupta (es decir, de colapso biológico), y deja de lado los otros cuatro factores próximos (fragmentación y alteración del hábitat, sobreexplotación, introducción de especies invasoras y cadenas de extinción). Aun así, sus conclusiones son aterradoras en relación con nuestra incapacidad reconocida de cambiar las cosas.

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El momento previsto para la abrupta interrupción ecológica debida al cambio climático

Christopher H. Trisos, Cory Merow  y Alex L. Pigot

(https://www.nature.com/articles/s41586-020-2189-9.pdf)

«A medida que el cambio climático antropogénico continúa, los riesgos para la biodiversidad aumentan más, con proyecciones futuras que indican que una pérdida potencialmente catastrófica de la biodiversidad está a la vista (1-3). Sin embargo, nuestra comprensión de cuándo y cómo de abrupta será esta alteración de la biodiversidad causada por el clima es limitada, porque los pronósticos relacionados con la biodiversidad se centran típicamente en instantáneas del futuro desconectadas entre si. Hemos usado proyecciones anuales (de 1850 a 2100) de la temperatura y de la precipitación en todas las áreas de distribución de más de 30.000 especies marinas y terrestres para estimar su tiempo de exposición a condiciones climáticas potencialmente peligrosas. Asumimos que la interrupción futura de los agregados ecológicos como resultado del cambio climático será abrupta, porque dentro de cualquier conjunto ecológico la exposición de la mayoría de las especies a las condiciones climáticas más allá de los límites del nicho real se producen casi simultáneamente. En una situación de emisiones altas (en la que la vía de concentración representativa (RCP) es de 8,5), tales eventos de exposición abrupta comienzan antes de 2030 en los océanos tropicales y se extienden a los bosques tropicales y las latitudes más altas para 2050. Si el calentamiento global se mantiene por debajo de los 2 °C, se prevé que menos del 2% de los agregados a nivel mundial sufran eventos de exposición abrupta [a las condiciones de cambio climático] en más del 20% de sus especies constituyentes. Sin embargo, el riesgo crece con la magnitud del calentamiento, amenazando al 15% de los agregados a [subidas mayores de] 4 °C, con niveles similares de riesgo en zonas protegidas y desprotegidas. Estos resultados ponen de relieve el riesgo inminente de pérdidas repentinas y graves de biodiversidad debidas al cambio climático y proporcionan un marco para predecir cuándo y dónde pueden ocurrir estos eventos.»

1. Urban, M. C. (2015). Accelerating extinction risk from climate change. Science 348, 571–573.
2. Warren, R., Price, J., Graham, E., Forstenhaeusler, N. & VanDerWal, J. (2018). The projected effect on insects, vertebrates, and plants of limiting global warming to 1.5 °C rather than 2 °C. Science 360, 791–795.
3. Newbold, T. (2018). Future effects of climate and land-use change on terrestrial vertebrate community diversity under different scenarios. Proceedings of the Royal Society B 285, 20180792.
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Resiliencia ecológica y conservación de la biodiversidad

En una serie de artículos, Buschke y colaboradores ponen en evidencia que no se trata solamente de conservar los niveles actuales de biodiversidad, sino también de evitar que los ecosistemas pierdan niveles de resiliencia (o capacidad de recuperación tras la perturbación). De no mantenerse esta, será imposible satisfacer los objetivos de «pérdida nula de biodiversidad» para 2050 (https://www.cbd.int/doc/meetings/sbstta/sbstta-21/official/sbstta-21-02-es.pdf).

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Una resiliencia ecológica reducida pone en peligro la pérdida de biodiversidad nula

El marco de biodiversidad post-2020 debe tener en cuenta la resiliencia ecológica si esperamos controlar la curva de la pérdida de biodiversidad.

Falko Buschke

(https://natureecoevocommunity.nature.com/users/382480-falko-buschke/posts/65050-reduced-ecological-resilience-jeopardizes-zero-loss-of-biodiversity)

«Los países de todo el mundo están ocupados en la negociación de un marco para la [gestión de la] diversidad biológica posterior a 2020. Este marco tiene como objetivo «doblar la curva de la pérdida de la biodiversidad, deteniendo su declive en la próxima década y mejorando el estado de] la biodiversidad para 2050”. La primera parte de este objetivo ha causado cierta confusión en el período previo a las negociaciones, pero nuestro reciente documento [1; véase también 2 y 3; referencias, más abajo] muestra que si no se aborda, podría resultar en una pérdida de biodiversidad prolongada durante el próximo siglo.

El año pasado, los participantes en la Conferencia de Trondheim sobre la Diversidad Biológica propusieron lograr la meta de pérdida nula de especies y hábitats. Este parece ser el primer paso necesario para doblar la curva. ¿De qué otra forma podemos aumentar la biodiversidad para mediados de siglo sin acabar primero con los descensos actuales?

El problema con la pérdida nula [de biodiversidad] es que podría bloquear las actividades económicas necesarias que transforman los hábitat naturales en carreteras, minas, granjas y fábricas. Tal vez deberíamos más bien equilibrar nuestro uso de la biodiversidad con los esfuerzos de restauración. De esta manera podríamos permitir un importante desarrollo económico, siempre y cuando también mejoremos la naturaleza en algún otro lugar. Nos referimos a este concepto como «ausencia de pérdida neta» de biodiversidad.

Las políticas de ausencia de pérdida neta nos resultan atractivas porque permiten el desarrollo sin dañar la naturaleza. Son tan atractivas que ninguna pérdida neta de ecosistemas es siquiera uno de los cinco objetivos a largo plazo en la versión preliminar del marco de la [conservación de la] biodiversidad post-2020 en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica: «[No es asumible] ninguna pérdida neta en cuanto a la superficie e integridad de los ecosistemas de agua dulce, marinos y terrestres para 2030.»

A primera vista parece que «sin pérdida neta» es lo mismo que «pérdida nula», pero con el beneficio de permitir el desarrollo económico. Pero la naturaleza no está hecha de unidades intercambiables que puedan ser contabilizadas en un balance. Por el contrario, la naturaleza es un sistema de conexiones y retroalimentaciones que transmiten la resiliencia ecológica y permiten que los ecosistemas sanos se recuperen de las perturbaciones. Cuando se pierde la resiliencia, [es decir, la capacidad de recuperación natural], los ecosistemas dañados pasan a [representar] estados alternativos de colapso.

Utilizando simulaciones por computadora, mostramos que ninguna política de pérdida neta que ignore la resiliencia ecológica conduce a pérdidas de biodiversidad que no se prolongan durante décadas. Esto sucede porque los impactos del desarrollo erosionan tanto la biodiversidad como la [ausencia de] resiliencia ecológica. Aunque podemos compensar las pérdidas de biodiversidad con acciones de restauración, los efectos de la reducción de la resiliencia ecológica permanecen, encerrando los sistemas en estados de declive.

En última instancia, el marco de[l estado de] la biodiversidad posterior a 2020 debería reconocer la distinción entre la pérdida nula y la ausencia de pérdida neta. Si nos tomamos en serio el controlar la curva de la pérdida de biodiversidad, entonces necesitamos llevar las tasas actuales de pérdida a cero. Por lo tanto, en lugar de equilibrar las pérdidas derivadas del desarrollo con los beneficios derivados de la restauración, el marco para [el mantenimiento de] la diversidad biológica posterior a 2020 debería centrarse en la identificación y el mantenimiento de objetivos fijos de biodiversidad, que no deberían transgredirse. Esto mantendrá la resiliencia ecológica y asegurará que preservemos la naturaleza en un estado saludable y deseable.»

1. Buschke, F. & Brownlie, S. (2020). Reduced ecological resilience jeopardizes zero loss of biodiversity using the mitigation hierarchy. Nature Ecology & Evolution, 1-5. https://doi.org/10.1038/s41559-020-1177-7.
2. Buschke, F. T. (2017). Biodiversity trajectories and the time needed to achieve no net loss through averted-loss biodiversity offsets. Ecological Modelling, 352, 54-57. https://ideas.repec.org/a/eee/ecomod/v352y2017icp54-57.html.
3. Buschke, F. T., Brownlie, S., & Manuel, J. (2019). The conservation costs and economic benefits of using biodiversity offsets to meet international targets for protected area expansion. Oryx, 53(4), 732-740. https://doi.org/10.1017/S0030605317001521.

Crisis de biodiversidad: cambios variables a diferentes escalas

La crisis de biodiversidad lo es a gran escala, pero ni afecta a todos los organismos por igual ni se dan las mismas tendencias en todas partes. Acaba de publicarse un artículo que documenta cómo en ciertos lugares pueden revertirse las tendencias generales al declive, siempre y cuando se controlen los factores que lo producen.

Cambios complejos de la biodiversidad a largo plazo en invertebrados, briófitos y líquenes

Outhwaite, C. L., Gregory, R. D., Chandler, R. E., Collen, B., & Isaac, N. J. (2020). Complex long-term biodiversity change among invertebrates, bryophytes and lichens. Nature Ecology & Evolution, 1-9. (https://www.nature.com/articles/s41559-020-1111-z.epdf)

«Los cambios de la biodiversidad a gran escala se ilustran principalmente a través de las respuestas de unos pocos grupos taxonómicos bien conocidos. Se sabe mucho menos sobre las tendencias que afectan a la mayoría de los invertebrados y otros taxones poco estudiados, y no está claro si los taxones mejor estudiados, como los vertebrados, reflejan cambios más generales de la biodiversidad. Aquí presentamos y analizamos las tendencias temporales en la variación del tamaño de las áreas de distribución en el Reino Unido de más de 5.000 especies de invertebrados, briófitos y líquenes, medidas como cambios en las áreas de ocupación. Nuestros resultados revelan una variación sustancial en la magnitud, la dirección y el momento de los cambios en los últimos 45 años. Sólo uno de los cuatro grupos principales analizados, los invertebrados terrestres (exceptuando los insectos), muestra la tendencia al declive que se ha registrado entre los vertebrados y las mariposas. Tanto los insectos terrestres (excepto mariposas) como los briófitos y los líquenes aumentaron su ocupación media. Se observa una pauta sorprendente entre las especies de agua dulce, que han experimentado una fuerte recuperación desde mediados del decenio de 1990, tras dos decenios de disminución. Se muestra que, si bien la ocupación media en la mayoría de los grupos parece haberse mantenido estable o haber aumentado, se ha producido un cambio sustancial en el carácter relativamente común y la rareza de especies individuales, lo que indica una considerable renovación en la composición de la comunidad. Además, un gran número de especies han experimentado disminuciones sustanciales. Nuestros resultados sugieren un patrón más complejo de cambios de la biodiversidad en el Reino Unido que aquel que se había dado a conocer anteriormente.»

Conflictos de gestión en Conservación: el caso del topillo

Los colegas Valentin Lauret, Miguel Delibes-Mateos, François Mougeot y Beatriz Arroyo, del IREC (https://www.irec.es/), acaban de publicar un artículo interesante, aunque probablemente también algo ingenuo, acerca de los conflictos de gestión en Conservación, poniendo el énfasis en el caso del topillo campesino (Microtus arvalis):

Entendiendo los conflictos de conservación asociados a los incrementos poblacionales bruscos de roedores en las zonas de cultivo

Lauret, V., Delibes-Mateos, M., Mougeot, F., & Arroyo-López, B. (2019). Understanding conservation conflicts associated with rodent outbreaks in farmland areas. Ambio, 1-12.

https://link.springer.com/article/10.1007/s13280-019-01256-0

«Los incrementos poblacionales bruscos de roedores afectan a muchas áreas cultivadas en todo el mundo y los impactos ambientales negativos de las campañas de control causan intensas tensiones sociales. En esos conflictos de conservación, la comprensión de los puntos de vista de los interesados es fundamental para promover una gestión ecológicamente sostenible. Utilizamos la metodología Q, un marco que se sitúa entre la investigación social cualitativa y cuantitativa, para investigar la subjetividad humana y comprender los conflictos causados por los ncrementos poblacionales bruscos de roedores en España. Entrevistamos a agricultores, conservacionistas, cazadores y organismos gubernamentales, e identificamos cinco discursos principales sobre los orígenes y las consecuencias de la situación conflictiva. La búsqueda de una gestión sostenible se ve obstaculizada por opiniones opuestas sobre las causas y consecuencias de los ncrementos poblacionales bruscos de los topillos y su gestión, que están en la raíz del conflicto. Es probable que las tensiones sociales se mantengan hasta que también se gestionen los conflictos subyacentes entre personas con opiniones diferentes. Por consiguiente, la adopción de decisiones debería centrarse en la mitigación de los conflictos subyacentes. El uso de mediadores independientes capacitados ayudaría a resolver eficazmente los conflictos de conservación causados por los brotes de roedores y su gestión.»

Comentarios en castellano pueden leerse en https://www.irec.es/publicaciones-destacadas/conflictos-conservacion-plagas-topillo/

Hacia una nueva síntesis evolutiva: integrando epigenética y conservación

La «síntesis evolutiva ampliada» (SEA) busca integrar los procesos de desarrollo, las formas extragenéticas de herencia (reunidas bajo el nombre de epigenética) y la construcción de nichos en la teoría evolutiva al uso, es decir, la neodarwinista. En este sentido, la tan manida expresión en función de la cual se entiende que el fenotipo de un individuo es función del genotipo más el efecto modificador del ambiente durante el desarrollo embrionario (1) se ha acabado ampliando, de manera que actualmente se entiende el fenotipo como la expresión del genotipo más el efecto modificador del ambiente durante el desarrollo más la interacción del genotipo con el ambiente a lo largo de toda la vida del individuo (2):

G = F + A (1)

G = F + A + FxA (2)

En este sentido, son muy esclarecedores los trabajos de Eva Jablonka y Marion Lamb. En uno de ellos (Jablonka, E. y Lamb, M. J. (2002). The changing concept of epigenetics. Annals of the New York Academy of Sciences981(1), 82-96), dichas autoras escriben:

“[Los estudios epigenéticos] podrían ser importantes para los programas de Conservación Biológica. Los organismos interactúan entre sí y con su entorno abiótico, y a través de estas interacciones adquieren información epigenética, parte de la cual se hereda. Por su naturaleza, esta información epigenética no es algo que aparece de pronto, sino que es el resultado de un desarrollo histórico gradual de procesos, construidos a lo largo de muchas generaciones. Esto significa que la congelación de semillas, de embriones o de ADN para reintroducir plantas y animales al entorno natural si el futuro es mejor y más sano ecológicamente puede no funcionar, a menos que las condiciones reflejadas en su herencia epigenética también se reconstruyan. De la misma manera que cuando destruimos una cultura o un idioma no podemos consolarnos diciendo que dicha cultura puede ser reconstruida puesto que los óvulos y espermatozoides congelados todavía existen, no debemos creer que la creación de bancos de semillas o de ADN nos permitirá recrear poblaciones viables de las plantas y animales que estuvieron presentes en una comunidad ecológica. Cuando destruimos los ecosistemas, destruimos mucha más variación y diversidad de lo que imaginamos, tanto epigenética como genética. La estabilidad de las comunidades depende a menudo de esta diversidad, que se deriva de las historias de interacción de las especies que las componen.”

“En resumen, podemos decir que la epigenética requiere una ampliación del concepto de herencia y el reconocimiento de que la selección natural actúa sobre varios tipos diferentes de variación hereditaria. Aunque la versión actual del darwinismo, centrada en los genes -neo-darwinismo-, es incompatible con el lamarckismo, el darwinismo no lo es. En el pasado, el lamarckismo y el darwinismo no siempre fueron vistos como alternativas: fueron reconocidos como perfectamente compatibles y complementarios. A la luz de la epigenética, lo son. El reconocimiento del papel de los sistemas epigenéticos en la evolución permitirá construir una teoría darwiniana más completa y poderosa, que integre el desarrollo y la evolución más de cerca.”

La invasión del cangrejo rojo americano

El cangrejo rojo americano o cangrejo de pantano rojo es probablemente la especie de cangrejo de agua dulce más conocida en el mundo, puesto que ha sido exportada fuera de Norteamérica desde hace ya mucho tiempo, y ha llegado a sustituir incluso a ciertas especies nativas en algunos lugares, ya que es portador sano de la afanomicosis (por ejemplo, Gil-Sanchez, J. M., & Alba-Tercedor, J. (2002). Ecology of the native and introduced crayfishes Austropotamobius pallipes and Procambarus clarkii in southern Spain and implications for conservation of the native species. Biological Conservation105(1), 75-80.). Aquí recojo el resumen, traducido al castellano, del último artículo sobre el asunto, que es muy completo (aunque pueda contener algún argumento discutible).

Un siglo lejos de casa: cómo el cangrejo de pantano rojo se apoderó del mundo

Francisco J. Oficialdegui, Marta I. Sánchez y Miguel Clavero

doi.org/10.1007/s11160-020-09594-z

«El cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) es la especie de cangrejo de río o de agua dulce más ampliamente introducida en el mundo, llegando a estar actualmente presente en cuarenta países de cuatro continentes, a pesar de que es nativo del sur de los Estados Unidos y del norte de México. Se ha revisado la historia de la invasión del cangrejo rojo con el fin de actualizar el conocimiento sobre su distribución global, sus rutas de introducción y las principales vías de introducción, que describen los movimientos de esta especie. La investigación comienza con las primeras introducciones ocurridas en los años 20 del pasado siglo y continúa hasta la actualidad, para completar así un siglo de recorrido histórico del cangrejo rojo americano en cada uno de los países donde actualmente está establecido. Las primeras introducciones en territorios no nativos de la especie ocurrieron en California, las islas de Hawaii, Japón y China en la década de 1920. El objetivo era que estos cangrejos de agua dulce sirvieran como alimento en granjas de cría de la rana toro americana. El creciente interés del cangrejo rojo americano en la acuicultura y la pesca llevó a su introducción en América Central, África y Europa entre finales de los 60 y principios de los 70. Las introducciones se aceleraron a finales del siglo XX, cuando esta especie colonizó gran parte de los Estados Unidos, Europa y Asia oriental. Si bien actualmente esta especie está ampliamente distribuida, aún quedan áreas donde no ha llegado y que pueden resultar idóneas para el establecimiento de la especie, existiendo la posibilidad de una mayor expansión. Múltiples translocaciones de larga y corta distancia, muchas de ellas no descritas en la bibliografía científica, han dado lugar a la distribución actual del cangrejo rojo americano, la más extensa de cualquier cangrejo de agua dulce en todo el mundo. Salvo dos casos concretos, en aquellos países donde ha sido introducido permanece hoy en día, corroborando la dificultad de su erradicación una vez que se ha establecido. El estudio aborda los posibles mecanismos de introducción de esta especie, habiendo podido permanecer, algunos de ellos, ocultos para la literatura científica. Por ejemplo, los proveedores comerciales, los cuales abastecen de especímenes vivos a escuelas o universidades para su estudio en clases de ciencias o experimentos de investigación. Y es que el cangrejo rojo americano ha sido siempre muy utilizado como organismo modelo en diferentes campos de investigación, tal como el estudio del sistema nervioso o estudios de fisiología o toxicología. Por lo tanto, a menudo los investigadores han comprado estos cangrejos de río en casas comerciales y, aunque la mayoría de los especímenes utilizados en los estudios científicos se sacrifican, pueden producirse escapes accidentales que generen poblaciones en la naturaleza. Además, de igual modo, cualquier persona podría obtener individuos vivos de cualquier parte del mundo, lo que conduciría a múltiples envíos difícilmente rastreables y a liberaciones no deseadas en la naturaleza. Hoy en día se debe tener extrema precaución con el creciente comercio de mascotas, ya que tiene el potencial de transportar por todo el mundo diversas especies invasoras, especialmente especies de acuario y, entre ellas, cangrejos de agua dulce. Se resalta el riesgo que supone el uso de especies invasoras con alto impacto sobre los ecosistemas de agua dulce en acuicultura, fines ornamentales y académicos, para lo cual habría que reducir drásticamente su disponibilidad con el objetivo de evitar posibles introducciones.»

Las entrañables luciérnagas

¿Están o no están amenazadas las luciérnagas? Pues depende de dónde, cuándo y cómo, como suele ser habitual. Aunque bien no están, como casi todo hijo de vecino.

Una perspectiva global sobre las amenazas de extinción de luciérnagas

Sara M Lewis, Choong Hay Wong, Avalon C S Owens, Candace Fallon, Sarina Jepsen, Anchana Thancharoen, Chiahsiung Wu, Raphael De Cock, Martin Novák, Tania López-Palafox, Veronica Khoo y J Michael Reed

//doi.org/10.1093/biosci/biz157

“La disminución del tamaño de las poblaciones de insectos y sus causas han atraído considerable atención recientemente. Las luciérnagas son insectos emblemáticos cuyas conspicuas exhibiciones de cortejo bioluminiscente tienen un significado cultural único, otorgándoles un valor económico como atracción ecoturística. A pesar de la evidencia de sus disminuciones de tamaño poblacional, carecemos de una revisión exhaustiva del estado de conservación y de las amenazas con que se enfrentan las aproximadamente 2.000 especies de luciérnagas en todo el mundo. Realizamos una encuesta a expertos de diversas regiones geográficas para identificar las amenazas percibidas más importantes en relación con las pobaciones de luciérnagas y con la persistencia de especies. La pérdida de hábitat, la contaminación lumínica y el uso de plaguicidas se consideraron las amenazas más graves, aunque las prioridades diferían sustancialmente entre las regiones. Los resultados de nuestra encuesta acompañan una revisión exhaustiva de la evidencia actual sobre el impacto de estas presiones sobre las poblaciones de luciérnagas. También discutimos los factores de riesgo que pueden aumentar la vulnerabilidad de ciertas especies a amenazas particulares. Finalmente, destacamos la necesidad de establecer programas de seguimiento para rastrear las tendencias demográficas a largo plazo de los táxones amenazados de luciérnagas.”

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Es importante destacar que el artículo deja claro, explícitamente, que lo que se ha recabado es la OPINIÓN de una serie de expertos para calibrar cual es su PERCEPCIÓN acerca del declive y la extinción local de luciérnagas. A continuación, los autores hacen una revisión bibliográfica de los factores que pueden estar afectando al declive y extinción, y encuentran que son… exactamente los mismos que afectan al resto de la biodiversidad, especialmente de artrópodos nocturnos. Y, además, parece claro que afectan LOCAL y TEMPORALMENTE a una serie de poblaciones de una serie de especies, así que el mensaje general que recoge la prensa diaria es, una vez más, sesgado.

El nexo entre biodiversidad y funcionamiento de los ecosistemas

Que el funcionamiento de los ecosistemas depende de aspectos cuantitativos y cualitativos de la biodiversidad es algo bien conocido desde hace mucho tiempo. El siguiente artículo, sin embargo, sintetiza bien la cuestión:

Ampliando la investigación sobre el funcionamiento de los ecosistemas desde la biodiversidad

Andrew Gonzalez,  Rachel M. Germain,  Diane S. Srivastava,  Elise Filotas,  Laura E. Dee,  Dominique Gravel,  Patrick L. Thompson,  Forest Isbell,  Shaopeng Wang,  Sonia Kéfi,  José Montoya,  Yuval R. Zelnik y Michel Loreau

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/ele.13456

«Un rico cuerpo de conocimientos vincula biodiversidad con funcionamiento de los ecosistemas (BEF), pero se centra principalmente en las escalas pequeñas. Revisamos la teoría actual e identificamos seis expectativas de dependencia de la escala en la relación BEF: 1) un cambio no lineal en la pendiente de la relación BEF con la escala espacial; 2) una relación dependiente de la escala entre la estabilidad del ecosistema y la extensión espacial; 3) la coexistencia dentro de los sitios y entre ellos dará lugar a una relación BEF positiva a escalas mayores; 4) la autocorrelación temporal en la variabilidad ambiental afecta a la renovación de las especies y, por consiguiente, al cambio de la pendiente del BEF con la escala; 5) la conectividad en las metacomunidades genera relaciones no lineales de BEF y estabilidad al afectar a la sincronía de la población a escala local y regional; 6) la escala espacial en la estructura y diversidad de la red alimentaria generará una dependencia de escala en el funcionamiento del ecosistema. Sugerimos orientaciones para la síntesis que combinen enfoques en la ecología de los metaecosistemas y las metacomunidades e integren retroalimentaciones a escala cruzada. Las pruebas de esta teoría pueden combinar la teledetección con una generación de experimentos en red que evalúen los efectos a múltiples escalas. También mostramos cómo el cambio antrópico de la cubierta terrestre puede alterar la escala de la relación BEF. Nuevas investigaciones sobre el papel de la escala en el BEF guiarán las políticas que vinculan los objetivos de la gestión de la biodiversidad y los ecosistemas.»

Imagen1

¿Apocalipsis entomológico?

Que se están produciendo declives importantes y extinciones locales en muchas poblaciones de insectos es indudable (por ejemplo, Conrad et al., 2006; Fonseca, 2009; Hallmann et al., 2017; Lister y García, 2018; Montgomery et al., 2019; Wepprich et al., 2019). También hay evidencias científicas de que a determinadas especies «oportunistas» s.l. les va mejor que antaño en ciertas circunstancias (Herrera, 2019, y otros) y de que el declive no es general (Macgregor et al., 2019, y otros) . Sin embargo, algunos artículos recientes pronostican un desastre inminente en relación con los insectos (el más notable y citado popularmente de todos, Sánchez-Bayo y Wyckhuys, 2019), aunque las evidencias se centran en unos pocos grupos y básicamente en lo que ocurre en Europa y Norteamérica. Estas visiones apocalípticas adolecen de sesgos (por ejemplo, Cardoso y Leather, 2019; Montgomery et al., 2019) y resultan contraproducentes (Saunders, Janes y O’Hanlon, 2020):

Apartándonos de la narración del apocalipsis de los insectos: comprometiéndonos con la conservación de insectos basada en las pruebas

https://academic.oup.com/bioscience/article-abstract/70/1/80/5670748

«Estudios recientes que muestran cambios temporales en las poblaciones de insectos locales y regionales han recibido una cobertura exagerada por parte de los medios de comunicación mundiales. La divulgación científica confusa e imprecisa sobre esta importante cuestión podría tener efectos contraproducentes en relación con el apoyo público a la conservación de los insectos. La narrativa del apocalipsis de los insectos se ve alimentada por un número limitado de estudios que están restringidos geográficamente (predominantemente en el Reino Unido, Europa y los Estados Unidos) y taxonómicamente (predominantemente algunas abejas, macrolepidópteros y escarabajos terrestres). Sesgos en los métodos de muestreo y de análisis (por ejemplo, series cronológicas categóricas frente a continuas, diferentes métricas de diversidad) limitan la pertinencia de esos estudios como prueba de la disminución general de insectos a nivel mundial. El valor de estas investigaciones radica más bien en que ponen de relieve cuestiones importantes a las que destinar inversión prioritaria. Resumimos las prioridades de investigación, comunicación y política para la conservación de insectos basada en las pruebas, incluyendo áreas clave de conocimiento para aumentar la comprensión de la dinámica de poblaciones de insectos. Es importante que aboguemos por una perspectiva equilibrada en la divulgación científica que ayude a servir mejor a los intereses tanto públicos como científicos.»

Cardoso, P y Leather, SR (2019). Predicting a global insect apocalypse. Insect Conservation and Diversity, 12(4): 263-267. doi.org/10.1111/icad.12367.
Conrad, KF, Warren, MS, Fox, R, Parsons, MS y Woiwod, IP (2006). Rapid declines of common, widespread British moths provide evidence of an insect biodiversity crisis. Biological Conservation, 132(3): 279-291. doi.org/10.1016/j.biocon.2006.04.020
Fonseca, CR (2009). The silent mass extinction of insect herbivores in biodiversity hotspots. Conservation Biology, 23(6): 1507-1515. doi.org/10.1111/j.1523-1739.2009.01327.x.
Hallmann CA, Sorg M, Jongejans E, Siepel H, Hofland N, Schwan H, Stenmans W, Müller A, Sumser H, Hörren T, et al. (2017). More than 75 percent decline over 27 years in total flying insect biomass in protected areas. Plos One, 12(10): e0185809. doi:10.1371/journal.pone.0185809.
Herrera, CM (2019). Gradual replacement of wild bees by honeybees in flowers of the Mediterranean Basin over the last 50 years. bioRxiv, 828160. doi: doi.org/10.1101/828160.
Lister BC y Garcia A. (2018). Climate-driven declines in arthropod abundance restructure a rainforest food web. Proceedings of the National Academy of Sciences, USA, 115(44): E10397–E10406. doi:10.1073/pnas.1722477115.
Macgregor, C. J., Williams, J. H., Bell, J. R., y Thomas, C. D. (2019). Moth biomass increases and decreases over 50 years in Britain. Nature Ecology & Evolution, 3(12): 1645-1649.
Montgomery, GA, Dunn, RR, Fox, R, Jongejans, E, Leather, SR, Saunders, ME, Shortall, CR, Tingley, MW y Wagner, DL (2019). Is the insect apocalypse upon us? How to find out. Biological Conservation, 108327. doi.org/10.1016/j.biocon.2019.108327.
Sánchez-Bayo F y Wyckhuys KAG. (2019). Worldwide decline of the entomofauna: A review of its drivers. Biological Conservation, 232: 8–27. doi:10.1016/j.biocon.2019.01.020.
Saunders, ME, Janes, JK y O’Hanlon, JC. (2020). Moving on from the insect apocalypse narrative: engaging with evidence-based insect conservation. BioScience, 70(1): 80-89. doi.org/10.1093/biosci/biz143.
Wepprich, T., Adrion, J. R., Ries, L., Wiedmann, J. y Haddad, N. M. (2019). Butterfly abundance declines over 20 years of systematic monitoring in Ohio, USA. PloS one, 14(7): e0216270.

Anunciando el colapso

El momento es ahora (https://science.sciencemag.org/content/366/6471/eaax3100)

“Durante décadas, los científicos han hecho llamamientos para que se produzcan cambios sociales que reduzcan nuestro impacto sobre la naturaleza. Aunque se han producido muchos avances en la conservación, nuestro medio natural sigue deteriorándose bajo la presión de nuestras actividades consumistas. La humanidad depende directamente de la producción de la naturaleza; por lo tanto, este declive nos afectará, al igual que a las otras especies con las que compartimos este mundo. Díaz et al. revisan los resultados de la evaluación del estado de la naturaleza más completa realizada hasta el momento, y constatan que éste, tanto como la distribución equitativa del sustento vital que nos ofrece la naturaleza, están en grave declive. Sólo la transformación inmediata de la economía global y de las transacciones derivadas del comportamiento socio-económico habitual sostendrán en el futuro a la naturaleza tal como la conocemos, y en definitiva a nosotros mismos.”

Justo el día que la COP25 termina en el fiasco anunciado.